El Congreso aún no aprueba el Presupuesto 2009, pero el gobierno ya comenzó a trazar la ruta para enfrentar el difícil año que se avecina de la mano del último erario que íntegramente podrá administrar.
El proyecto 2009 considera un alza del gasto público de 5,7%, la más acotada desde 2003. Pero se trata de US$38.370 millones, el mayor monto de la historia. "Esta es una crisis financiera inédita, en mi opinión, mucho más compleja que la crisis asiática. Pero esta vez las turbulencias nos llegan con activos financieros cuantiosos, con la tranquilidad de tener asegurada la agenda social y con la confianza de estar en mejor condición que cuando nos llegaron los coletazos de la crisis asiática", dice el director de Presupuestos, Alberto Arenas.
Cierto es que todo ocurrirá justo en medio del cuadro electoral más complejo que ha enfrentado la Concertación, pero también que el Ejecutivo tiene a su favor un colchón de ahorros fiscales por casi US$ 30 mil millones que garantizan el financiamiento de sus compromisos sociales e ir en ayuda de los más golpeados si la crisis se intensifica.
Se acelerará la inversión pública. Debido a la certeza de que la economía local desacelerará fuerte en 2009, el gobierno ya dispuso la primera medida de la mano del Presupuesto: se acelerará la ejecución de los US$7.000 millones autorizados para inversión pública, que es el gasto productivo que realiza el Estado o los recursos que efectivamente coloca en la economía para contribuir al crecimiento.
La idea es concentrar la ejecución en el primer semestre de 2009 y así compensar desde el inicio y de modo balanceado el menor crecimiento previsto para el año. Cuatro son los ministerios más involucrados: Obras Públicas (US$2.500 millones), Vivienda (US$1.460 millones), Salud (US$300 millones) y Subsecretaría de Desarrollo Regional (US$1.070 millones). No es todo. Arenas anuncia que la meta es superar el nivel de ejecución de inversión pública de la primera mitad de 2008. Según la Dipres, la ejecución de inversión y transferencia en este período fue de 47,6% de lo presupuestado para el año. Eso explica que el gobierno pidiera celeridad para aprobar el erario: una ejecución rápida requiere una serie de instructivos que enviar a las reparticiones involucradas y a los gobiernos regionales. Los documentos ya están redactados.
Arenas dice, además, que están abiertos a elevar la inversión pública -mediante reasignaciones presupuestarias- si la coyuntura lo demanda.
Empleos de emergencia. El mayor riesgo que acompaña a cualquier crisis es un alza de la desocupación y por eso el gobierno en el Presupuesto 2009 dejó abierta la glosa del Programa de Contingencia contra el Desempleo, ubicado en la partida del Tesoro Público y que no se utiliza desde 2004. Arenas asegura que se cautelaron los recursos para activar dicho programa extraordinario de empleo si se da una de las condiciones que tiene: registrar tasas de desempleo de 9% en regiones o de 10% a nivel país. El fondo no tiene límite de recursos y se formalizó como ítem del Presupuesto en el marco de la Ley de Responsabilidad Fiscal de 2006. El fondo se creó en 2001 en el gobierno de Ricardo Lagos y se mantuvo activo hasta 2004 para frenar el alza de la desocupación que, por entonces, era de dos dígitos. Este programa llegó a financiar 180.000 empleos de emergencia en su peak y se mantuvo habitualmente en las 100.000 plazas, lo que ayudó a reducir el desempleo en casi un dígito. Arenas asegura que si el desempleo sube a las condiciones que exige la activación del fondo, la generación de un número similar de ocupaciones de emergencia se financiará sin problemas.
Bonos y subsidios permanentes. Otro mecanismo al que podría echar mano La Moneda son los bonos especiales. Arenas aclara que el gobierno siempre está atento a implementar instrumentos de ese tipo focalizados en los más pobres, como ya ocurrió este año por el alza de los precios, cuando se entregaron $20.000 por familia.
Aunque todavía no hay definiciones en ese punto, el Presupuesto 2009 ya contempla subsidios permanentes para los grupos más pobres del país y que se articulan principalmente desde los programas Chile Solidario y Chile Crece Contigo, cuyos presupuestos suben 159% y 6,3%, respectivamente, dirigidos a casi 1,5 millón de personas. La política de subsidios tiene como elementos centrales el Subsidio al Agua Potable (SAP), Subsidio Unico Familiar (SUF), bonos Chile Solidario y el Sistema de Pensiones Solidarias, mediante la Pensión Básica Solidaria (PBS), que desde julio próximo subirá de $60 mil a $75 mil (para 584.625 personas) y el Aporte Previsional Solidario (APS) para las jubilaciones más bajas, cuyo tramo de ayuda crece de $70 mil a $120 mil (216.743 personas). Así, la reforma sube su cobertura del 40% al 45% más pobre.
Proyectos de seguro de cesantía y de subsidios a los salarios. Aún no son ley, pues mientras el primero se tramita en el Congreso, el segundo ingresará al Legislativo en diciembre. En el primer caso, el proyecto contempla el acceso de todos los trabajadores cesantes al Fondo Solidario de Cesantía (que hoy sólo beneficia a personas con contrato indefinido), para el que se presupuestaron US$16,3 millones en 2009, un 6,4% más que en 2008. Para el gobierno es clave la pronta aprobación del proyecto, porque amplía su cobertura en monto y meses acorde a la evolución del desempleo, versus los montos fijos y decrecientes que hoy se otorgan.
Respecto del proyecto de subsidios a los ingresos del trabajo, el gobierno lo está afinando y partiría con mujeres y jóvenes. Aunque los números aún se cuadran, la idea es complementar en forma decreciente los salarios de los trabajadores más pobres que tengan contrato formal para llevarlos a una cifra estimada de $250 mil. La idea sigue la de la propuesta de la Comisión Meller y la expectativa del Ejecutivo es que se apruebe durante 2009.
(fuente:http://www.latercera.cl/contenido/26_64460_9.shtml )
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