La sonda robótica Phoenix de la NASA, que hace
unos meses demostró la presencia de agua congelada en el hemisferio
norte del planeta Marte, agoniza ahora por la falta de energía.
Así lo confirmó esta semana la Agencia Espacial Estadounidense NASA en su sitio web oficial www.nasa.gov.
Según los expertos, tras recoger durante los últimos cinco meses datos científicos vitales sobre la superficie de Marte, Phoenix
dejará de funcionar porque pierde poco a poco la energía vital para
hacer funcionar sus mecanismos y enviar su información hacia la Tierra.
Durante el invierno marciano, que se inició hace una
semana, la llegada de luz solar a la superficie del Planeta Rojo es muy
limitada. Además, las tormentas de polvo –típicas en Marte– se han
hecho más constantes y violentas.
Debido a ambas cosas, el polvo marciano ha cubierto
parcialmente sus paneles solares y ahora estos no logran capturar la
energía del Sol. “Es la realidad. Cualquiera de estos días podría ser
el último para el robot Phoenix ”, sentenció el científico Garry Goldstein, del proyecto en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).
El Phoenix descendió en Marte el pasado 25 de
mayo. La NASA previó que funcionaría hasta el pasado 30 de setiembre,
sin embargo sus reservas de energía le han permitido trabajar un mes
más.
Éxito. Pese a que no hay esperanzas de que Phoenix sobreviva este invierno marciano, los científicos catalogan la misión de un éxito total.
Durante su misión, este robot logró accionar su brazo
para realizar excavaciones en el norte de este planeta (sitio
prácticamente desconocido por la ciencia) y también tomó fotografías de
una fosa marciana para comprender mejor su geología, y la forma en que
la geología y el clima han influido en su formación, indicó Diana
Blaney, científica de JPL.
Esta información permitirá mejorar la comprensión de la profundidad y extensión de la capa de hielo que tiene este planeta.
Mientras esperan la ‘muerte’ de Phoenix, los
científicos de la NASA reconocen que tratan de conseguir toda la
información posible sobre el hemisferio norte del Planeta Rojo, donde
permanece esta sonda.
Phoenix aún está transmitiendo información
científica a la Tierra, pero desde el pasado 30 de octubre no lo hace
directamente sino a través de los orbitadores del planeta, que sirven
de enlace.
La información recibida últimamente confirma que su potencia energética se debilita con cada atardecer marciano.
fuente:nacion.com