Los transeúntes que pasaron esta mañana por el frente de la estación principal de Berna tuvieron que esquivar a una serie de excrementos que estaban esparcidos en la calle.
En todo caso se trataba de excrementos falsos puestos por la Asociación Suiza de Cooperación Internacional con motivo del Día Mundial del Inodoro y la iniciativa buscaba sensibilizar a la población sobre el hecho de que 2.600 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a un inodoro o letrina lo que causa problemas sanitarios y de higiene.
Cabe mencionar que la ONU mencionó esa cifra tratando de recordar una realidad frecuentemente olvidada o silenciada a causa del tabú que implica la ausencia de simples inodoros para un tercio de la humanidad.
"El acceso a saneamiento es una cuestión de derechos humanos", afirmó en una declaración la experta independiente de la ONU para derechos relacionados con el acceso a agua y saneamiento, Catarina de Albuquerque.
"La envergadura de la crisis es enorme", insistió la experta, que expresó su incomprensión por el hecho de que ampliar el saneamiento sea uno de los objetivos del milenio más ignorados "a pesar de que hay pruebas de que la inversión en este terreno es la que se recupera más rápidamente".
Así, subrayó, "por cada dólar invertido en intervenciones de este tipo se obtienen 9 dólares".
Las consecuencias de la falta de instalaciones de saneamiento, agua o simples inodoros son la muerte de dos millones de personas cada año por enfermedades diarréicas, entre ellos un niño menor de cinco años cada 20 segundos.
"Las muertes de niños, la pérdida de días de trabajo y de días escolares tienen un coste calculado de 38.000 millones dólares al año", señaló Albuquerque.
"Durante demasiado tiempo, el asunto se ha ignorado por ser tabú", subrayó.
Fuente: Terra