El mito de los celulares en el avión
La interferencia de los celulares con las torres de control es sólo un mito. La principal razón por la que se prohíbe su uso durante los vuelos es el alto costo del servicio, lo que no ha impedido que aerolíneas como Air France y Dubai Emirates lo implementaran recientemente en algunas rutas.
Hablar por celular durante un vuelo en avión está prohibido. Es de sentido común: la frecuencia de los móviles genera interferencia. Sin embargo, la película Vuelo 93, que revive las últimas horas de uno de los aviones secuestrados por los terroristas del 11 de septiembre de 2001, muestra cómo varios de los pasajeros sacan sus teléfonos para despedirse de sus seres queridos. Y en este caso, la ficción es la realidad: los celulares sí podrían usarse durante los vuelos, sin riesgo de afectar la comunicación del avión con la torre de control.
El problema es que es muy caro. A pesar de que la seguridad era el principal argumento de la Administración Federal de Aviación (FAA), nunca ha sido probado por estudios efectivos. El año pasado el organismo cambió su versión: los celulares "podrían" causar interferencia en el sistema electrónico del avión. Pero la respuesta real sigue siendo que es caro.
"Para habilitar la telefonía móvil durante los vuelos se deben construir antenas de recepción especiales. Además, los aviones deben incluir equipos que se comuniquen con dichas antenas y una protección electromagnética que cubra su sistema electrónico", asegura Mike Legan, creador del blog tecnológico www.therawfeed.com. Y ese es un costo que ninguna de las partes involucradas quiere asumir. No mientras no haya consenso sobre la rentabilidad del negocio.
LOS QUE YA LO OFRECEN
A pesar de las complicaciones, ya hay algunas aerolíneas que desde inicio de año están ofreciendo a sus pasajeros la posibilidad de hablar desde las nubes. Air France fue la primera compañía europea que adoptó la medida, en abril pasado, aunque se remite a los pasajeros del Airbus A-318, que vuela desde París hacia Viena y Munich.
Un mes antes, la aerolínea Dubai Emirates ya se había arriesgado, permitiendo realizar llamadas en la ruta Dubai-Casablanca desde el 20 de marzo. Pero este servicio de vanguardia no es barato: la compañía pretende gastar US$ 27 millones para activar el sistema en toda su flota.
El proceso es simple: en el avión se instala una pequeña antena, llamada picocell, que genera una red exclusiva de la nave. Esta se conecta con un satélite que envía las señales a tierra y a una antena de recepción específica. La unidad de control dentro del avión, en tanto, asegura que ningún celular se conecte a otra base terrestre. El precio del proceso bordea los US$ 365 mil por avión, según los cálculos de Iberia, que también se encuentra evaluando incluir el servicio.
Pero hay otras opciones. En agosto de este año, American Airlines fue la primera compañía en ofrecer conexión inalámbrica a internet, mediante una tecnología creada por la empresa Aircell llamada Gogo. Por US$ 13 en vuelos internacionales y US$ 10 en los de menos de tres horas, los pasajeros pueden disfrutar de todas las bondades que la red permite. Aunque en este servicio también hay restricciones: están bloqueados todos los servicios de telefonía en internet, como Skype. Nuevamente se puede, pero no se debe.
PROTOCOLO PARA HABLAR
Otro debate que va más allá del costo es si los pasajeros quieren que se hable desde el avión.
"La irrupción de la paz y quietud en el avión es un tema prioritario en Estados Unidos. En Europa y Arabia Saudita no le dan mayor importancia, pero acá los pasajeros insisten en que no quieren ser molestados con personas ruidosas al teléfono", asegura Mike Legan.
Por eso la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) mantiene la prohibición a la telefonía móvil, pese a que entre febrero y agosto de este año abrió un período de opinión pública al respecto. Ocho mil personas se opusieron a las llamadas desde las alturas. Incluso la Asociación Profesional de Asistentes de Vuelo objetó la iniciativa, asegurando que podía aumentar el estrés en el avión. "Las aerolíneas prefieren que los celulares sigan vetados, porque no quieren arbitrar problemas entre pasajeros, y éstos no quieren pelearse por hablar por teléfono", sostiene el creador de therawfeed.com.
Consciente de las molestias que pueden surgir, Dubai Emirates creó un estricto protocolo. Cada pasajero puede realizar un máximo de seis llamadas, y el personal de cargo podrá prender y apagar el sistema de conexión según lo estime conveniente.
Las aerolíneas norteamericanas, en tanto, se marginan del tema. Y mantienen a los aviones como una instancia libre de ringtones, conversaciones ajenas y tarifas de roaming. "Los teléfonos siguen vetados en las compañías estadounidenses y lo seguirían estando en el futuro cercano", confirma Legan.
Fuente
La interferencia de los celulares con las torres de control es sólo un mito. La principal razón por la que se prohíbe su uso durante los vuelos es el alto costo del servicio, lo que no ha impedido que aerolíneas como Air France y Dubai Emirates lo implementaran recientemente en algunas rutas.
Hablar por celular durante un vuelo en avión está prohibido. Es de sentido común: la frecuencia de los móviles genera interferencia. Sin embargo, la película Vuelo 93, que revive las últimas horas de uno de los aviones secuestrados por los terroristas del 11 de septiembre de 2001, muestra cómo varios de los pasajeros sacan sus teléfonos para despedirse de sus seres queridos. Y en este caso, la ficción es la realidad: los celulares sí podrían usarse durante los vuelos, sin riesgo de afectar la comunicación del avión con la torre de control.
El problema es que es muy caro. A pesar de que la seguridad era el principal argumento de la Administración Federal de Aviación (FAA), nunca ha sido probado por estudios efectivos. El año pasado el organismo cambió su versión: los celulares "podrían" causar interferencia en el sistema electrónico del avión. Pero la respuesta real sigue siendo que es caro.
"Para habilitar la telefonía móvil durante los vuelos se deben construir antenas de recepción especiales. Además, los aviones deben incluir equipos que se comuniquen con dichas antenas y una protección electromagnética que cubra su sistema electrónico", asegura Mike Legan, creador del blog tecnológico www.therawfeed.com. Y ese es un costo que ninguna de las partes involucradas quiere asumir. No mientras no haya consenso sobre la rentabilidad del negocio.
LOS QUE YA LO OFRECEN
A pesar de las complicaciones, ya hay algunas aerolíneas que desde inicio de año están ofreciendo a sus pasajeros la posibilidad de hablar desde las nubes. Air France fue la primera compañía europea que adoptó la medida, en abril pasado, aunque se remite a los pasajeros del Airbus A-318, que vuela desde París hacia Viena y Munich.
Un mes antes, la aerolínea Dubai Emirates ya se había arriesgado, permitiendo realizar llamadas en la ruta Dubai-Casablanca desde el 20 de marzo. Pero este servicio de vanguardia no es barato: la compañía pretende gastar US$ 27 millones para activar el sistema en toda su flota.
El proceso es simple: en el avión se instala una pequeña antena, llamada picocell, que genera una red exclusiva de la nave. Esta se conecta con un satélite que envía las señales a tierra y a una antena de recepción específica. La unidad de control dentro del avión, en tanto, asegura que ningún celular se conecte a otra base terrestre. El precio del proceso bordea los US$ 365 mil por avión, según los cálculos de Iberia, que también se encuentra evaluando incluir el servicio.
Pero hay otras opciones. En agosto de este año, American Airlines fue la primera compañía en ofrecer conexión inalámbrica a internet, mediante una tecnología creada por la empresa Aircell llamada Gogo. Por US$ 13 en vuelos internacionales y US$ 10 en los de menos de tres horas, los pasajeros pueden disfrutar de todas las bondades que la red permite. Aunque en este servicio también hay restricciones: están bloqueados todos los servicios de telefonía en internet, como Skype. Nuevamente se puede, pero no se debe.
PROTOCOLO PARA HABLAR
Otro debate que va más allá del costo es si los pasajeros quieren que se hable desde el avión.
"La irrupción de la paz y quietud en el avión es un tema prioritario en Estados Unidos. En Europa y Arabia Saudita no le dan mayor importancia, pero acá los pasajeros insisten en que no quieren ser molestados con personas ruidosas al teléfono", asegura Mike Legan.
Por eso la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) mantiene la prohibición a la telefonía móvil, pese a que entre febrero y agosto de este año abrió un período de opinión pública al respecto. Ocho mil personas se opusieron a las llamadas desde las alturas. Incluso la Asociación Profesional de Asistentes de Vuelo objetó la iniciativa, asegurando que podía aumentar el estrés en el avión. "Las aerolíneas prefieren que los celulares sigan vetados, porque no quieren arbitrar problemas entre pasajeros, y éstos no quieren pelearse por hablar por teléfono", sostiene el creador de therawfeed.com.
Consciente de las molestias que pueden surgir, Dubai Emirates creó un estricto protocolo. Cada pasajero puede realizar un máximo de seis llamadas, y el personal de cargo podrá prender y apagar el sistema de conexión según lo estime conveniente.
Las aerolíneas norteamericanas, en tanto, se marginan del tema. Y mantienen a los aviones como una instancia libre de ringtones, conversaciones ajenas y tarifas de roaming. "Los teléfonos siguen vetados en las compañías estadounidenses y lo seguirían estando en el futuro cercano", confirma Legan.
Fuente