Tal y como leen, sin rodeos ni “verdades a medias” en el título, Ian Usher, inmigrante inglés residente en Australia, puso durante un mes toda su vida en una subasta virtual, en la que ofrecía casi todos sus bienes al mejor postor, que incluían su casa en Pertch, automóvil, motocicleta, moto acuática, cuarto con proyector, e incluso sesiones de introducción con sus amigos y un periodo de pruebas en su trabajo, todo finamente detallado (incluyendo la valoración de la casa) en el sitio ALife4Sale.
Los motivos de tan drástica decisión son, como pueden imaginarse, amorosos, y en esta ocasión un divorcio que pasó por todas las cosas malas que podrían pasar, con lo que la depresión no se hizo esperar, el tiempo pasó, y el plazo de la venta expiró, siendo la ganadora una oferta por cerca de US$384.000 (201.849.600 CLP | 242.956,8 € | 3.979.392 MXN), bastante poco si me preguntan…
Sea como sea, Ian se ha quedado oficialmente sin vida, y sus pasos futuros son inciertos.
Video de la venta después del quiebre.